lunes, 16 de abril de 2012

Caso Repsol-YPF y Argentina


Debido a la gran repercusión y a la actualidad del tema vamos a intentar aclarar un poco y dar nuestra opinión sobre todo lo que está sucediendo en Argentina con Repsol-YPF.

El conflicto entre el gobierno argentino y Repsol - YPF producido ha trascendido el ámbito empresarial y va camino de convertirse en un conflicto diplomático entre España y Argentina. El gobierno argentino maneja sacar un proyecto de ley para nacionalizar YPF, actualmente en manos de Repsol.

El origen. Dicen que los acontecimientos que se van sucediendo se deben al descubrimiento a finales del año pasado de los mayores yacimientos de petróleo de la historia de Argentina en el suroeste del país. Se estimaron la existencia de más de 900 millones de barriles de petróleo. Además del tamaño también se destaca la calidad de las reservas encontradas. De este modo Argentina pasaría a competir directamente con los países del Golfo Pérsico en el mercado energético.

La sombra de la nacionalización planea sobre Repsol. Existe cierto malestar desde Argentina con la compañía por la poca inversión realizada en el país, se les achaca que todo el beneficio obtenido allí se repatría a España en forma de dividendos y no hay un verdadero interés en desarrollar el país. En la industria petrolera creen que el gobierno de Kirchner ha fomentado a los líderes de las provincias petroleras argentinas para quitar a YPF sus concesiones petroleras como una estrategia para bajar el precio de las acciones de la compañía. El valor de la compañía ha caído a la mitad durante el último año. Por tanto, el panorama y los intereses de unos y otros es más complejo de lo que parece. Esto, según Kirchner, ha hecho que la producción disminuya y obligue al país a importar energía.

La opinión pública argentina. Desde Argentina llegan dos corrientes de opinión encontradas. Por un lado se tiene un sentimiento de apoyo a su ejecutivo y que consideran que los recursos naturales del país deben repercutir en el mismo y obtener los beneficios que les corresponden. Se dan cuenta que no tienen una independencia energética real y que también dependen en parte de las importaciones de energía. Por el otro lado creen que este conflicto les va a salir caro a nivel internacional, ya que puede generar un clima de desconfianza en los potenciales inversores del país e incluso en aquellos que ya están establecidos. Argentina es de los países que más puntuación obtiene cada año en el ranking ”Doing Business” de Latinoamérica.

Papel de la diplomacia española. El problema ha pasado a ser un problema que afecta directamente a las relaciones bilaterales entre ambos países. Uno de los factores determinantes ha sido la falta de comunicación entre Antonio Brufau (presidente de Repsol) y el gobierno argentino. En respuesta a lo anteriormente expuesto, Respol se comprometía a aumentar las inversiones en Argentina hasta los 3.500 millones de dólares este año. El gobierno español ha tenido que entrar a mediar en el conflicto y ha acabado amenazando a Argentina con “consecuencias” si persiste en sus planes. Lo que está claro es la necesidad recíproca de llevarse bien, lo que no es tanto es en la actualidad quién necesita más al otro y España por extensión a Latinoamérica. Da la sensación de que el gobierno español no tiene el control de la situación. Del papel del Rey de España mejor ni hablar en estos momentos.


Ayuda de la Unión Europea. La UE no dispone de mecanismos jurídicos para presionar a Argentina si incumple sus compromisos con las inversiones de empresas de países comunitarios en su territorio. Por tanto, el conflicto se considera bilateral entre Argentina y España. Simplemente era interesante resaltar que a pesar de estar en la UE para muchas cosas y depender por completo de ella para algunos temas se está solo más allá de las gestiones diplomáticas.

Las últimas noticias hablan de un plan menos intervencionista por parte de Argentina y buscan negociar una conversión de la filial de Repsol en una empresa mixta de capitales públicos y privados. Los sindicatos españoles han mostrado su “ante la amenaza de Argentina de expropiar la filial de Repsol”, ya que YPF tiene carácter estratégico y un peso significativo en el negocio de la petrolera. Por su parte Brufau apuesta por una solución hablada. En el fondo todas las partes parecen condenadas a entenderse.


En resumen, se pretende ver un caso en el que la internacionalización de empresas grandes y sus acciones pueden llegar a desembocar en grandes conflictos internacionales y sobre todo como la política de un país puede ser una barrera no arancelaria en comercio exterior. Esperamos vuestros comentarios.

7 comentarios:

El problema Repsol - Argentina va mucho más allá de un conflicto entre una multinacional y las políticas que desarrolla un país latinioamericano o los intentos de nacionalización de YPF como intenta vender el gobierno argentino. Es un conflicto energético internacional de muy alto calado.

Bien es sabido que Argentina no tiene la capacidad financiera necesaria para poder explotar rentablemente las nuevas reservas encontradas por Repsol. Ni Repsol de manera independiente. Ambos necesitan socios. Es tal el volumen de reservas estimadas que hay presente en Argentina tras los descubrimientos de Vaca Muerta que es necesaria una fuerte inversión por parte de varios expertos internacionales en la extracción de crudo para poder rentabilizar el negocio.

El gobierno argentino está en negociaciones con petroleras chinas, inglesas y americanas para la inversión necesaria. Repsol está intentando conseguir los mismos acuerdos.

El problema es que las multinacionales chinas, americanas, inglesas y francesas implicadas ven más rentable un acuerdo con el gobierno argentino que con Repsol. Este es el motivo por el cual desde el gobierno argentino se está minando el valor de YPF, para que Repsol negocie un acuerdo por el acceso a las reservas de Vaca Muerta a la baja con el gobierno, y este consiga vender las concesiones a las multinacionales a la alta.

La estrategia seguida por el gobierno argentino de filtrar posibles nacionalizaciones de YPF es prácticamente inviable, porque si lo realizara multitud de potenciales inversores verían una fuerte amenaza de inestabilidad y restarían unos cuantos millones de dólares a la inversión dispuesta a realizar.

Está claro que en un caso como estos la UE no se va a mojar, graso error, todo depende de las habilidades de la diplomacia española y de Repsol para conseguir el acuerdo más beneficioso para España. Estoy seguro que tanto la diplomacia americana como la china y la francesa van a poner todo de su parte por conseguir que sus empresas accedan con el menor coste posible a los recursos de Vaca Muerta.

De todo esto algún dia se conocerá un poco más de luz, pero mientras esperemos que la cotización de Repsol no se desplome lo suficiente como para que otra multinacional lance una OPA y se quede con la compañía y las reservas de Vaca Muerta.

Muy buen análisis que completa el articulo.
Parece que hay nuevas noticias y Argentina finalmente mueve ficha:
http://economia.elpais.com/economia/2012/04/16/actualidad/1334590509_507539.html

Jorge, lo primero, felicidades por el artículo. Como bien dices en tu comentario anterior, junto al comentario del sr. Herrezuelo, el artículo arroja una amplia luz sobre qué está ocurriendo en Argentina.

¿Y ahora qué? Esa es la pregunta que deben estar haciéndose las empresas españolas que tienen presencia en el país sudamericano. Como es bueno recordar la historia, y más la reciente, dejo un vídeo en el que aparece Nestor Kirchner celebrando la privatización de YPF:

http://www.youtube.com/watch?v=f0sVahmUAps&feature=player_embedded

Lo primero muchas gracias Jorge, venía bien arrojar luz sobre este tema, y adivino que la diplomacia española está revolucionada....

Está claro que es un duro golpe al sector empresarial español, pero es el riesgo que tienen empresas como Repsol y Telefónica que practican el "monopolio" en otros países que políticamente no controlan; fallo de Repsol en este caso: el contrato, una vez más, lo que se traduce en que España no puede hacer nada porque es algo totalmente legal.

Además, con el yacimiento que tiene Argentina poco le va a importar a otras empresas el movimiento de jaque mate de este país. El petróleo es como los donetes, como bien sabemos todos. Y al fin y al cabo, lo que le interesa a Argentina es tener control sobre sus recursos, y si son de carácter energético, y más este, el tema se torna especialmente delicado por su carácter estratégico. Efectivamente, el problema de suficiencia energética es una cuestión bastante peliaguda en todos los países del mundo que dependen de otros para el suministro energético, como es España. Así que su gesto ha sido comprensible, aunque incorrecto en las formas, y una vez más nos va a tocar a muchos bajarnos los pantalones. Tienen oro negro es sus manos, lo cual recordemos ha sido motivo de guerras en las últimas décadas -ya no se mata por amor precisamente- así que está claro que ellos ganan y nosotros perdemos, a no ser que encontremos otro yacimiento de ese calibre en nuestras tierras.

Otro fallo de Repsol en mi opinión ante esta negociación: falta de humildad y de visión a largo plazo. Creo que han perdido la oportunidad de tener un interesante contrato de explotación con el país, han perdido la ventaja competitiva respecto a otras empresas de extracción petrolífera frente a la nueva situación. Eso es un error muy español, la prepotencia y la miopía empresarial.

No sé vosotros, pero si en España ocurriera lo mismo, desde luego estaría de acuerdo con que nosotros controláramos nuestro petróleo.

Y si Obama no ha dicho mucho, ni otros países europeos tampoco, ya sabemos por dónde van los tiros, a ver quién gana la partida, ¡porque nosotros ya estamos fuera de juego!

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